21.6.08

5.47




Mal, pésimo, como si una enorme ola de melancolía lo hubiese aplastado, evitándole respirar. Le Extrañaba tanto, demasiado. Porque sin querer, ya había formado parte de si mismo, era tan normal, tan necesario sentirle cerca, tenerle ahí, siempre ahí para el. Que esa soledad le estaba matando de apoco, retorciéndole el alma con una lentitud cruel.



Si tan solo pudiese arreglarlo, deshacerse de todo, crear algo nuevo, solo para los dos, si tan solo el pedir perdón fuese más que unas simples palabras, si tan solo hubiese pensado bien antes de actuar.



Pero estaba bien ¿no?, después de todo, era su culpa, era justo que sufriera, que las lagrimas inundaran sus pulmones acentuando más su sufrimiento. El problema era que además de su persona, alguien también se lamentaba.

1 comentario:

Lalaralá dijo...

¿Quién más se lamentaba?