Uno, dos, tres. Sofocado, luego mira en dirección al techo, si, esa especie de techo casi pegado a su cabeza. Y estaba bien, todo completamente perfecto.
Por supuesto.
18:50
Mierda.
Y vuelve a contar, fingiendo que no importa realmente. Claro que no. Y si, le gustaría poder tirar su reloj por la ventana, le gustaría que la radio dejara de tocar esa música diabólica que solo consigue alterarle más. Le gustaría, le gustaría mucho.
Pero más que eso, amaría que los minutos dejaran de reírse de el al volar tan rápido, por que obviamente el NO puede alcanzarlos, maldita sea.
Y no, no tiene tiempo para gastar con el muchacho que golpea su vidrio, ¿Que no entiende? No quiere darle ninguna moneda, No ahora. Y ¿acaso importa la sarta de maldiciones que recibe cada 5 minutos?
Ni las escucha, porque es tarde, y no va a llegar, por que en un cuarto de hora es imposible cruzar la ciudad.
Imposible ese verano, imposible con ese trafico.
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Yo creo que me gustó como quedo :D!
Comparado con las entradas anteriores que son caca comprimida xD
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