Enterado.

De algún extraño modo, lo sabía. Por que ese vago presentimiento siempre estuvo presente. Así que no se sorprendió cuando aquellas palabras salieron pausadas, sin culpa alguna, de aquella boca que tantas sensaciones producía en el.
Abrazó ese secreto, no tan secreto, con dignidad. Porque de todas formas ya lo sabía, evitó sentirse decepcionado, vació y solo envolvió aquel cuerpo en sus brazos, lo más sencillo era perdonarle, porque siempre lo supo ¿no?.