Pensar.

Podría pensar en lo que hubiese sido de aquel susurro que solía regalarme el viento, en aquellos momentos en que dejaba de ser yo, para poder perderme en la brisa de la mañana junto a ti. Podría pensar en tantos momentos ya muertos.

Pero simplemente no puedo, ni si quiera puedo pensar en tu rostro al sonreír, ni en la forma en que tu aroma embriagaba mis sentidos.

De una forma patética intento no recordar, no pensar en nada, de una forma patética dejo que mi vida se escurra como arena entre mis dedos. Solo para no pensar en como dejaste de respirar entre mis brazos.